La industria del automóvil evoluciona hacia una conducción más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Las compañías cada vez lanzan al mercado más vehículos híbridos o totalmente eléctricos, las administraciones están apoyando su compra con incentivos y en MAPFRE somos pioneros en España con nuestra Póliza Ecológica creada exclusivamente para dar cobertura a este tipo de coches.
Pero el futuro de los coches también pasa por disminuir las barreras, y hace poco hemos visto un impactante nuevo prototipo de coche capaz de circular tanto por tierra como por agua. Parece de película de ciencia ficción ¿verdad? Pues es lo que se conoce como coche anfibio y aunque hasta el momento no han cuajado, quien sabe si algún día este tipo de coches se fabricarán en serie cambiando los conceptos de coche y tráfico que hoy en día tenemos. ¿Os imagináis en Sevilla o Córdoba, coches circulando por el Guadalquivir? ¿O coches circulando por el Manzanares como alternativa a la M-30?
El modelo Aqua de Volkswagen es una creación del joven diseñador industrial chino Yuhan Zhang, que presentó este diseño a un concurso de su país quedando finalista. Con él pretende revolucionar la forma de desplazarse en su país, ya que en China existen grandes zonas con agua y nieve, tanto ríos como lagos, junto a las carreteras. El Volkswagen Aqua tiene un diseño muy cuidado y minimalista tanto en el exterior como en el interior con capacidad para dos personas, y cuenta con varios motores: por un lado, uno principal que se carga con una batería de hidrógeno y que además permite que los bajos del vehículo puedan hincharse para flotar cuando se introduce en el agua, y por otro un conjunto de motores eléctricos que proporcionan la energía necesaria para que funcionen las turbinas de la parte trasera mientras se desplaza por el agua o por la nieve.
En realidad, el Volkswagen Aqua no es el primer coche que se adentra en el medio acuático, sino que suma a una lista de coches desde comienzos del siglo XX, época en la que se comenzó a pensar en los coches anfibios como medio de transporte. En 1934, el modelo Baulig Land-Wasser Auto logró cruzar el Canal de La Mancha, y en la Segunda Guerra Mundial varios coches anfibios fueron producidos con fines militares, como el Schimmwagen (literalmente en alemán “coche nadador”) diseñado por un ingeniero del mísmísimo Ferdinand Porsche o el Ford GPA, una especie de Jeep acuático. Sin embargo, el más popular por entonces fue el DUKW, más conocido como “Duck” (pato en inglés) que constaba de 6 ruedas y parecía más un tanque que un coche.
El coche anfibio más exitoso hasta la fecha es el Amphicar, producido en los años 60 y que llegó a vender cerca de 4500 unidades, de las cuales se calcula que en la actualidad siguen existiendo unas 1000. Con la crisis energética de los 70 se produjo un bajón en la producción de este tipo de vehículos y no fue hasta los años 90 cuando resurgió de nuevo el interés por ellos gracias al nacimiento de empresas exclusivas como la francesa Hobbycar (ya desaparecida) o la neozelandesa Gibbs Technologies.
Más allá de los coches, en la actualidad en lugares como Budapest, Malta o Amsterdam operan autobuses anfibios con fines turísticos. En este video podéis ver a uno de ellos en acción:
¿Os gusta la idea de los coches anfibios? ¿Apostáis por ellos?